El instrumento que empleamos para medir la temperatura de los cuerpos es el termómetro. La escala utilizada en la mayoría de los países se denomina escala centígrada o Celsius. En ella, se toma como 0 la temperatura en la que el hielo comienza a derretirse y como 100 la temperatura a la que se encuentra el agua cuando empieza a evaporarse. Se representa con el símbolo °C.
Un escala anterior pero menos utilizada es la escala Fahrenheit, que se emplea en la mayoría de los países anglosajones. Se simboliza con °F. Para poder transformar grados Fahrenheit en grados centígrados, y viceversa, se utilizan las siguientes fórmulas:
T (°F) = T
(°C) · 1’8 + 32
T (°C) = (T
(°F) – 32)/1’8
En los laboratorios de todo el mundo se emplea una escala conocida como escala Kelvin o absoluta.
Dado que la temperatura mide la velocidad de los átomos de un cuerpo existe un valor mínimo para ella: cuando los átomos no se mueven. Esto, que sucede a 273 bajo cero, se toma como 0 en la escala Kelvin. Se denomina el cero absoluto. Se simboliza con K. Y las fórmulas son las siguientes:
T (°C) = T
(K) – 273
T (K) = T (°C)
+ 273
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